Lezley y Shyla son policías en el centro comercial y capturan a Ramón por robar mientras se encontraban patrullando. Le llevan a la sala de interrogatorios. Shyla quiere llamar a la policía, pero Lezley tiene una idea diferente y habla de cómo le pueden extorsionar por las mercancías que ha tomado, y que pueden hacer lo que quieran con él. Lezley convence a Shyla de como diciplinar a Ramon.
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